El profesor de aula común, hoy en día se ve enfrentado a trabajar dentro de la sala de clases con niños con un sin número de problemas, cada estudiante es un mundo con particularidades específicas y el profesor es uno sólo, el cual debe atender a cada uno de ellos y lograr los aprendizajes esperados que debiesen tener para el nivel en el cual se encuentran y que exigen los planes y programas de estudio.
Dentro de este contexto, encontrarse con niños que poseen Necesidades Educativas Especiales (NEE), no solo involucra un esfuerzo adicional por parte del docente de aula común, sino que una preparación para satisfacer estas necesidades de apoyo.
Afortunadamente, hoy en día y a raíz de la actual incorporación del decreto 170, los docentes de aula común no se ven solos enfrentados al trabajo en el aula, el profesor de apoyo juega un papel preponderante en el trabajo con este niño con características educacionales especiales. Sin embargo, es primordial que exista un fuerte trabajo colaborativo y de apoyo entre el profesor de aula común y el profesor especialista.
Tenemos frente a esta situación el caso de Cristofer V., estudiante de 5º año básico de una escuela Rural Municipal, nacido el 22 de mayo del 2000 y que presenta una repitencia en 3º básico.
Cristofer pertenece a una familia funcional de nivel socioeconómico y cultural bajo, su madre tiene cursado 4º básico y su padre el 7º año. Es el segundo de dos hermanos, su hermano mayor terminó la enseñanza básica pero no siguió con sus estudios de enseñanza media, dado que comenzó a ayudar a su padre en labores agrícolas, el hermano actualmente tiene 19 años.
Según informe psicopedagógico inicial, se manifiesta en la síntesis diagnóstica que el niño no presenta antecedentes mórbidos personales o familiares.
En cuanto a la dinámica familia, se aprecia una familia funcional, sin embargo se observa según entrevista realizada por la psicóloga de la escuela a los padres, que éstos son muy estrictos con el menor, dado los constantes reclamos por parte de los profesores de aula común en cuanto al comportamiento de Cristofer en la sala, y además dado la evidencia en la hoja de registro evolutivo en el libro de clases.
Dado esta situación, por determinación de los progenitores, el menor se encuentra sin autorización para la participación en actividades propias del curso o establecimiento (actividades extra programáticas), como desfiles, talleres extra programáticos, paseos, entre otras cosas. Sin embargo, sí se le tiene permitido participar en las actividades propias del proyecto de integración de la escuela.
De acuerdo al informe psicométrico actual del estudiante, el alumno se ubica en la categoría de Discapacidad Intelectual Leve (OMS – 02) según el rendimiento intelectual global alcanzado en la evaluación.
Posee un perfil heterogéneo, lo que indica que su desempeño varía de acuerdo a las pruebas evaluadas. Los resultados de Cristofer indican que no hay diferencia inter hemisférica significativa, por lo que no habría razones aparentes para sospechar psicopatías u organicidad a la base, que estén afectando sus resultados.
Con un Rendimiento Esperado para su edad, se encuentra la capacidad de pensamiento asociativo, entendiéndose éste como el tipo de pensamiento que nos permite formar asociaciones entre las cosas, reconocer caras o aromas, o para aprender conductas complejas. Las estructuras cerebrales que posibilitan este pensamiento son las llamadas redes neuronales, las cuales pueden conectarse de manera aleatoria o paralelas, lo que quiere decir que cada neurona influye sobre las demás el tiempo que es influida por ellas. (Prado, 1999). Además el niño presenta un rendimiento esperado en la capacidad de separar detalles esenciales de los no esenciales.
Con un descenso leve se encuentran el grado de conocimientos generales o información que el niño ha adquirido en el contacto con el medio ambiente, lo que implica desinterés y escasa curiosidad por los hechos ordinarios. Se aprecia descendida levemente su comprensión verbal y su memoria a corto plazo, observándose afectada levemente su capacidad de anticipación, planeamiento y juicio social, reflejado en dificultades para interpretar situaciones sociales de sentido común. Y en la misma categoría, se encuentra la capacidad de razonamiento aritmético aplicado a situaciones concretas.
El informe revela además, que el niño se encuentra con un nivel de descenso moderado en la coordinación viso motora; las relaciones espaciales; la capacidad de comprender y utilizar el lenguaje, mostrando dificultades para expresar sus ideas junto con pobreza del lenguaje. Presenta algunas dislalias de tipo ambientales, dificultades en semántica y pragmática.
En cuanto a la lectura, Cristofer presenta una lectura silábica vacilante, con regresiones, presenta errores específicos de sustitución, omisión y adhesión, presenta dificultades en la lectura de los grupos consonánticos, presenta comprensión lectora a nivel de textos breves y sencillos, en cuanto a la escritura es de tipo cursiva a nivel de pequeños textos, presenta una escritura legible, a veces caligráfica.
Dado entonces las características del estudiante se aplica la prueba PROLEC, evaluación que busca obtener información sobre las estrategias que cada niño utiliza en la lectura de un texto, así como conocer los mecanismos que no están funcionando adecuadamente. Lo que es de suma importancia al momento de abordar el perfeccionamiento o recuperación del sujeto.
Como dice Cuetos, F. et. Al, (2004), si un niño lee bien palabras familiares, pero tiene problemas con las desconocidas, es lo más probable que sea producto de una carencia en el dominio de las reglas de conversión grafema a fonema y utiliza un procedimiento que se conoce como lectura directa, así bien si un niño por el contrario lee cualquier palabra simple de manera correcta, pero no así de estructura silábica compleja, es que utiliza la ruta fonológica y no ha desarrollado la estrategia de acceso directo. Es por este motivo que los tratamientos remediales entonces, para uno y otro niño se tornan diferentes.
Se aplica entonces la prueba PROLEC, la que identifica como proceso lector, los procesos perceptivos, los procesos de identificación de letras, procesos léxicos, procesos sintácticos, procesos semánticos, extracción de significados, integración en la memoria y procesos inferenciales, no limitando al lector a ser solo un receptor pasivo, sino que a ser un lector activo, que deduce sobre esa información e incluso incorpora información que no se encuentra explícita en el texto.
El instrumento entonces se estructura en cuatro procesos, los que considera como fundamentales; la identificación de letras, los procesos léxicos, procesos sintácticos y procesos semánticos.
En cuanto a la identificación de letras, se incluyen pruebas dirigidas a medir la capacidad que tiene el niño de identificar las letras y para equipararlas con el sonido correspondiente, entonces se aplica la prueba de nombre o sonido de letras para averiguar si el niño conoce todas las letras o tiene problemas para el reconocimiento de alguna de ellas. Se realiza además la prueba igual – diferente en palabras pseuopalabras, la que comprueba si el niño es capaz de realizar esta labor utilizando estímulos pares que se diferencian levemente en una letra, tarea que exige una gran atención visual, por lo que un niño, por ejemplo con Déficit Atencional, es lo más probable que la realizase con errores.
El segundo proceso es el léxico, en éste el niño debe comprobar el funcionamiento de la ruta de reconocimiento de palabras y de sus subprocesos componentes. Dentro de este proceso se encuentra la prueba de decisión léxica, la que mide las representaciones ortográficas que el niño tiene, para comprobar si éste es capaz de reconocer las palabras, independientemente de que sea capaz o no de leerlas. También dentro el proceso léxico se evalúa la lectura de palabras, y la lectura de pseudopalabras. Esto para probar las rutas de reconocimiento de palabras. Si el niño demuestra una buena ejecución de la lectura de palabras y comete muchos errores en la de pseudopalabras, nos señalaría que su lectura se basa en la ruta léxica y no tiene bien adquiridas las reglas de conversión léxica.
El tercer proceso que se considera es el sintáctico, para la evaluación de este se utilizan dos pruebas, una para evaluar los diferentes tipos de estructuras gramaticales y otra para evaluar los signos de puntuación. En la de estructuras gramaticales se busca comprobar la dificultad que puede producir la utilización de diferentes estructuras sintácticas, en donde se encuentran las activas, pasivas y de complemento focalizado. Y en la prueba de los signos de puntuación se busca comprobar si el niño es capaz de realizar entonaciones y pausas en donde corresponde, dado que esto es fundamental al momento de querer leer comprensivamente.
El cuarto proceso que se evalúa es el semántico, en este se considera el proceso de extracción de significado, integración en la memoria y de elaboración de inferencias. Primeramente se evalúa la comprensión en oraciones, dado que no requiere de tanta intervención de la memoria. Y posteriormente se evalúa la comprensión en pequeños textos, en donde se busca verificar si el niño es capaz de extraer el significado e integrarlo en sus conocimientos.
La prueba fue aplicada en dos sesiones, para no agotar al niño dado la extensión de la prueba, a modo general las de lectura de reconocimiento de sonidos o letras, lectura de palabras y pseudopalabras fueron más rápidas, sin embargo hubo una notoria dificultad en cuanto al tiempo en las evaluaciones de los procesos semánticos.
Es importante destacar que en la evaluación se intentó controlar la variable distractores y tiempo.
La metodología ocupada para la aplicación del instrumento PROLEC, fue de manera individual, personalizada y directa, se insistió al momento de la aplicación la utilización de una sala sin elementos distractores y en una hora en que el niño se encontrara apto para responder sin un agotamiento mental, es decir a las diez de la mañana después del primero recreo y después de haber tomado desayuno.
Dada la extensión de la prueba se aplicó esta en dos etapas, la primera un día lunes en la que se aplicaron solo las preguntas correspondientes a la identificación de letras y procesos léxicos y la segunda aplicación se realizó el día martes de la misma semana en el mismo horario en donde se aplicó la prueba correspondiente a los procesos sintácticos y semánticos. El promedio en minutos aproximados de la aplicación fue de 45 minutos por sesión.
En cuanto a los resultados obtenidos se aprecia que reconoce el 100% de los nombres y sonidos de las letras, recordando claramente que el niño se encuentra en quinto básico y que esos conceptos ya los debiese traer incorporados desde el 1º ciclo básico.
En cuanto a la identificación de pares de palabras iguales – diferentes, el niño presenta algunas confusiones leves, reconociendo correctamente el 90% de los pares de palabras, lo que indica en general una buena capacidad para segmentar las palabras en letras, aplicando correctamente las reglas de conversión grafema – fonema.
En cuanto a la decisión léxica, específicamente a la identificación de palabras reales de las no reales, responde a un 93% correctamente, lo que significa que el menor posee un buen vocabulario ortográfico. En la lectura de palabras obtiene un 97% de aciertos, lo que indica que no tiene mayores dificultades con las sílabas consonante, consonante vocal (CCV) y consonante, consonante, vocal, consonante (CCVC).
En cuanto a la lectura de Pseudopalabras: el niño obtiene un 97% de palabras correctas, lo .que señala que al leer utiliza no solo la ruta fonológica, sino que también la ruta visual.
En donde se presenta mayores dificultades son en las estructuras gramaticales, en donde obtiene un 43% de aprobación, lo que señala que presenta una dificultad al utilizar distintas estructuras sintácticas, se muestra además que no domina completamente el sentido de una oración completa, su significado, lo que es fundamental para conseguir la lectura fluida. El los textos mas extensos los problemas se presentaron principalmente en los de tipo narrativos, presentando mayores dificultades a nivel inferencial.
Dado todos los resultados obtenidos, se auspicia un buen pronóstico, siempre y cuando tenga el apoyo adecuado tanto dela profesora de aula, como de la especialista. Como se ha señalado desde un comienzo de este ensayo la coordinación entre los profesionales es fundamental para la evolución de este tipo de niños, el cual tiene sólo algunas limitantes que pueden ser mejoradas con esfuerzo.
Realizando un análisis global del instrumento aplicado se puede infiere que las mayores complicaciones son en el proceso semántico, en que las mayores complicaciones se aprecian en las estructuras gramaticales, signos de puntuación y comprensión de textos. Para solucionar o avanzar en esta problemática se sugiere entonces utilizar estrategias mas didácticas, como el subrayado con colores de sujeto y predicado, usar distintas estructuras en la oración, unión de dibujos con su respectiva pareja según el significado, completar componentes en oraciones incompletas, entre otros ejercicios.
Para mejorar el logro de la lectura respetando los signos de puntuación, se sugiere elevar el tono de voz cuando haya un signo de interrogación, jugar a pararse cuando haya una coma o punto, presentarle párrafos breves, con grupos sintácticos diferenciados por fichas. Lectura modelada, grabaciones de lecturas entre otras.
Y finalmente para la comprensión de textos como sugerencia se plantea la integración de la memoria, realización de inferencias dirigidas por la docente, ya sea de apoyo o de aula común, la extracción de significado explícito e implícito.
A partir de este trabajo, la profesora de lenguaje y de apoyo han comenzado a trabajar juntas en un trabajo compartido, la profesora especialista ha reforzado de manera individual lecturas breves enseñándole estrategias que pudiesen servir para la mejora de la comprensión lectora, por su parte la profesora de aula, ha comenzado a utilizar textos más breves en las evaluaciones, plantea lecturas más cortas en las actividades propias de la asignatura, y ejercicios más cortos y prácticos que involucran a todos los compañeros de curso.
En el ultimo mes de trabajo se ha notado un breve avance, las notas en lectura fluida han mejorado y ya es capaz de responder de mejor forma preguntas inferenciales de textos más complejos, pero no extensos aun.
Referencias:
Prado, L. (1999). El desafío de la administración del cambio. Fundación OSDE. Recuperado el 30 de mayo del 2011, extraído de http://es.scribd.com/doc/50866181/26/El-pensamiento-asociativo
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